sábado, 8 de enero de 2011

Negociación-rendición acelerada con ETA.

Manifestación proetarra en Bilbao autorizada por la Audiencia Nacional. ¿Dónde está el cambio en Vascongadas tras el gobierno regional PSOE-PP? Se pide que los presos asesinos etarras sean llevados a Vascongadas, algo que ya está haciendo el gobierno de ZP.

El eufemístico "proceso de paz" en Vascongadas es el único clavo ardiendo al que se puede agarrar el gobierno de ocupación de España, presidido por Rodríguez Zapatero, para ser reelegido. La ruina a la que ha llevado a la nación con sus continuos robos y despilfarros nos ha conducido a una situación social insostenible. Sólo la acción social de la Iglesia, que da de comer a miles de familias condenadas al hambre por la inutilidad de los socialistas, está ralentizando de momento el estallido social. Una falsa bandera sangrienta, al estilo de lo que podría haber sido el 11-M, hoy en día se volvería contra el gobierno en el poder. De ahí la perentoria necesidad absoluta que tiene el bobo de La Moncloa por obtener una rendición del Estado ante ETA que sea vendida por la mafia periodística y de control social y de las mentalidades del actual régimen como el "fin de un proceso de paz".


En este nuevo proceso de negociación-rendición ha sido reemplazada la anterior actitud bobalicona del ejecutivo por el opaco maquiavelismo rubalcaniano. La apariencia de efectividad y detenciones contra ETA es un buen antídoto para engañar a las conciencias. Sin embargo esas detenciones, siempre de miembros de poca trascendencia de ETA que vuelven a estar en la calle a las pocas semanas, están siendo acompañadas de la liberación paulatina y el acercamiento de presos de ETA, que siguen siendo parte de la banda y que jamás se han arrepentido ni han pagado por sus acciones. A este goteo de acercamiento de presos (exigencia fundamental de ETA) hay que sumar en los últimas semanas la vergonzosa condena que han sufrido unos guardias civiles que participaron en la detención de los peligrosos asesinos de ETA que volaron la T-4 del aeropuerto de Barajas, con la consiguiente muerte de dos personas. Este peligroso precedente supone una deslegitimación de los agentes antiterroristas, que se ven privados de la cobertura legal para realizar eficientemente su trabajo. Al mismo tiempo la plataforma Independistak viene sustituyendo en las calles de Vascongadas y Navarra a la antigua Batasuna, con total identificación tanto de postulados como de personas. Sin que la Fiscalía ni el gobierno intervengan reclamando su evidente ilegalidad. Y es que la llegada del Francisco Javier "Pachi" López a la presidencia regional de las Vascongadas, con el apoyo del PP, se revela como una fundamental cortina de humo en este proceso de rendición, queriendo hacer ver a la sociedad que en Vascongadas se había llegado a una "normalidad constitucional" (la imposición de la Constitución del 78, apoyada por los nacionalistas de todo pelaje, en toda España no tuvo nada de normal) y se había superado el nacionalismo. Por contra el nacionalismo ha seguido campando a sus anchas e incluso se ha convertido en el único interlocutor válido entre el gobierno regional de las Vascongadas y el gobierno de la Nación, evidenciando el papel de muñeco de trapo de López.


Es necesario una vez más, hoy más que nunca, la vuelta a la rebelión activa contra la tiranía del sistema y sus adlátEeres de ETA.