martes, 28 de septiembre de 2010

Sobran las razones. Huelga-pantomima NO.

(Propaganda de los históricos Sindicatos Libres carlistas, su encarnación persigue al anarquismo, el separatismo, la masonería, el comunismo y a los usureros. Como arma la Unión Obrera su periódico-portavoz)

Los trabajadores carlistas hacemos un llamamiento al resto de trabajadores españoles para que no secunden la huelga pantomima de UGT y CC.OO. Las razones son múltiples, pero destacamos fundamentalmente:

1. La absoluta falta de representatividad y legitimidad de dichas sindicatos. Apenas militan en ellos el 10% de los trabajadores asalariados, en la mayoría de casos porque darse de alta en dichos sindicatos es condición indispensable para participar en ciclos formativos, tener acceso a bolsa de trabajo o asesoría jurídica, que son derechos que debería tener todo trabajador sin intermediación. En el caso de trabajadores autónomos ni el 1% están afiliados a ellos. Su falta de legitimidad deriva de su manifiestas ideologías disolvente, socialista y comunista. Esos despreciables sindicatos son fachada para la promoción de activismo laicista, anticatólico, separatista en muchas regiones, etc. También han sido un importante apoyo a la invasión extranjera de España, promoviendo una inmigración descontrolada en detrimento de todos los trabajadores, tanto nacionales como extranjeros, así como el establecimiento de contingentes de extranjeros hostiles a nuestra civilización.

2. La colaboración de estos sindicatos (UGT y CC.OO.) en la deriva ruinosa a que el gobierno (de ocupación) del PSOE ha condenado a España; así como en la destrucción de la protección social, el pisoteo de los derechos sociales y el expolio fiscal a las rentas medias y bajas. De hecho esta huelga no se plantea contra el gobierno del PSOE, sino que ha sido debidamente pactada con dicho gobierno (del cual las mafias sindicales UGT y CC.OO. son parte) con el ánimo de distraer las reivindicaciones de los trabajadores asalariados y autónomos. Con la pantomima del 29-S se pretenden calmar los crispados ánimos a los que la nefasta gestión pública del PSOE nos ha conducido. Haciendo como que se protesta para perpetuar la gran mentira socialista.

En el contexto de la injusticia liberal la huelga es un instrumento legítimo de lucha obrera, que los sindicatos carlistas (los Sindicatos Libres o el Movimiento Obrero Tradicionalista) han usado cuando ha procedido. Sin embargo por las razones expuestas no podemos participar de esta gran farsa del 29-S. La rechazamos como hacen la mayoría de los sindicatos y la mayoría de los trabajadores. La jornada del 29-S será una jornada de trabajo más, pues no nos podemos permitir el lujo aquellos pocos españoles que tenemos trabajo de renunciar al mismo para el lucimiento de los caraduras de UGT y CC.OO. Jornada que sólo se verá interrumpida por las coacciones y violencias criminales de los piquetes gansteriles, que ya han ensuciado nuestras ciudades con pintadas en iglesias y lugares públicos. Hacemos una llamada a los trabajadores a no dejarse intimidar por esos cobardes, a plantarles cara y hacer prevalecer el derecho al trabajo, hoy en día casi imposible de practicar merced a la ruina a que nos han conducico el PSOE y sus sindicatos. Después del 29-S habrá que seguir luchando y reivindicando la supresión del actual sistema liberalcapitalista por una economía natural basada en las exigencias cristianas de la justicia social. Pero jamás de la mano de los sindicatos del sistema.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Los trabajos (o fatigas) de la Esperanza


De profeta de la desgracia fue tildado Jeremías. Condenado y encarcelado por rechazar la falsa parodia del optimismo ideológico de las clases dominantes de su época se opuso a ello con un realismo que, extrayendo las lecciones del pasado en puro alarde de pragmatismo, señaló a lo que conducía la ruptura con la tradición.

“Así dice Yahvé: Paraos en los caminos y mirad; preguntad por los senderos antiguos; ved cual es el camino bueno y andad por él” Jer 6, 16

La doble misión del profeta de Anatot fue la de denunciar la apostasía y la destrucción subsecuente de Israel, y la de anunciar la restauración futura. Con la firmeza y la convicción de su deber moral condena la vana alegría poniendo los ojos en la verdadera esperanza. Válido siempre el criterio del profeta sirvámonos hoy hacer una relectura de su aparente pesimismo para, como él hizo, aprender de la gran maestra que es la Historia y, a su tiempo, transmitir la herencia recibida.

Otro es el tiempo, igual la lucha. Los políticos actuales (con raras excepciones), como lo hicieran los falsos profetas antaño, anuncian y se envanecen de un falso bienestar; hablan de paz cuando hay guerra; engañan alimentando falsas libertades; su afán es el propio lucro mientras conducen a otros a la degeneración; dominan al pueblo mientras lo degradan sin reconocerse responsables de ello con lo que estorban su regeneración moral. Y haciendo uso de una selva mediática a su servicio enredan a aquellos a quienes gobiernan en una catequesis de lo inmoral que empieza por la relajación de las costumbres (moral acomodaticia) para acabar en las mayores abyecciones.

“... a quienes la palabra de Dios acusa de predicar cosas falsas y engañosas son los que, temiendo denunciar los pecados, halagan a los culpables con falsas seguridades y, en lugar de manifestarles sus culpas, enmudecen ante ellos.” Regla Pastoral, San Gregorio Magno.

Es signo de estos tiempos reducir a quien esto denuncia al ostracismo ya que lo que al sistema interesa es el embrutecimiento y la fractura de la dignidad de la persona para así afianzar más su poder. Rota la familia, roto el hogar patrio y envilecido el orden social y político y a merced de los que consideran la religión opio del pueblo, ¿podemos mantenernos en silencio los hijos de la Tradición? ¿Acaso no somos el resto de Israel?

Está claro que se nos quiere llevar o que ya nos han llevado a un desierto moral que no todos perciben. De hecho es más doloroso para quien así lo entiende. Justo como ocurría con Jeremías...

El peso de la tradición nos exige levantar nuestra voz en calles y plazas, incluso aunque tengamos que soportar las burlas y las chanzas del foro. Porque la Esperanza que podemos y debemos transmitir nos obliga.


Gracias a Dios, a la Verdad y a la Justicia no les faltan paladines que las defiendan, aun a costa de su propia salud o de su patrimonio. Y mártires que han dado su testimonio muriendo, asesinados, al grito de “Viva Cristo Rey”.


“Para terminar, hermanos, buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder. Poneos las armas que Dios os da, para poder resistir a las estratagemas del diablo, porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso, sino contra los soberanos, autoridades y poderes que dominan este mundo de las tinieblas, contra las fuerzas sobrehumanas y supremas del mal.
Por eso, tomad las armas de Dios para poder resistir en el día fatal y, después de actuar a fondo, mantened las posiciones. Estad firmes, repito: abrochaos el cinturón de la verdad, por coraza poneos la justicia, bien calzados para estar dispuestos a anunciar la noticia de la paz. Y, por supuesto, tened embrazado el escudo de la fe, donde se apagarán las flechas incendiarias del malo. Tomad por casco la salvación y por espada la del Espíritu, es decir, la palabra de Dios.
Al mismo tiempo, con la ayuda del Espíritu, no perdáis ocasión de orar, insistiendo y pidiendo en la oración. Tened vigilias en que oréis con constancia por todo el pueblo santo.” Ef, 6, 10-18

P. de Beira