domingo, 21 de septiembre de 2008

La Comunión Tradicionalista, único partido Carlista

Cartel de las falsas Juventudes Carlistas enroladas en el mal llamado Partido Carlista.


Cuando, tras la muerte del General Franco, la Comunión Tradicionalista obtuvo su legalización, ya en 1977, en sus primeros Estatutos se consignó que podría utilizar también la denominación de Partido Carlista. Poco tiempo después Carlos Hugo de Borbón Parma consiguió, sin embargo, la legalización de su propio grupo con esta misma denominación (algunos vieron en ella un fruto de sus buenas relaciones con el sucesor de Franco, Juan Carlos). Desde entonces, y a pesar del abandono del propio Carlos Hugo, EKA/"Partido Carlista" ha vivido sólo para perjudicar al Carlismo y a su causa, que es la de Dios, España, Tradición y Legitimidad. Los falsos carlistas siguen empeñados en esa sucia tarea, bien ayudados por el sistema liberal, la izquierda y el separatismo.

Uno de los principales voceros mediáticos del falso partido Carlista ha sido el Diario de Noticias de Navarra. Su director Pablo María Muñoz (si no fuese colaborador del nazionalismo vasco, sería calificado como "maketo indeseable") viene de la dirección del diario proetarra guipuzcoano Egin. En julio de 2006 se le ha acusado de participar en la red de extorsión etarra. El Diario de Noticias, participado por el Grupo PRISA, ha sido usado para convocar manifestaciones separatistas, y sus continuos ataques a navarros no nacionalistas se han demostrado a menudo falsos e injuriosos, por lo que se ha visto obligado a rectificar no pocas informaciones por imperativo legal. Este marginal periódico navarro (en muchas librerías y puestos de prensa ni siquiera puede encontrarse, pues su venta es casi nula en los pueblos del sur del Reino de Navarra -en Estella, por ejemplo, sólo llega con regularidad los fines de semana-; aunque el gobierno de UPN se empeña en mantener suscritas a todas las bibliotecas e instituciones culturales a su cargo), mantenido por la publicidad institucional (mucha de la cual procede de las vecinas Provincias Vascongadas, de la "Comunidad Autónoma del País Vasco") se ha distinguido por haber sido el principal vocero del mal llamado "Partido Carlista", por otro nombre EKA (Euzkadiko Karlista Alderdia o Euskalerriako Karlista Alderdia, según las épocas), sustentando todas sus tesis anticarlistas y sus delirantes interpretaciones de hechos de la historia reciente.

El micropartido EKA ha ido alternando su nombre entre el neologismo "Euzkadi" o "Euskadi", inventado por Sabino Arana, y el término Euskalerría, históricamente correcto pero referido a un ámbito cultural y no político. Según han observado prestigiosos lingüistas euskaldunes Arana (al igual que el director del Diario de Noticias) no hablaba bien el vascuence y así introdujo la desidencia –di/-ti, sólo aplicable a vegetales, como si a España la llamaramos “Españoleda” al modo de pereda, robleda, etc... EKA son los restos de la escisión del Carlismo provocada y luego abandonada por Carlos Hugo de Borbón Parma en la década de 1970, reforzada actualmente por algún fichaje nuevo como el ex falangista, que en su día pidió el voto para el Teniente Coronel Antonio Tejero, Javier Onrubia Rebuelta (sedicente "cristiano" vinculado a la "Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII", donde entabló contacto con María Teresa de Borbón Parma). Este se ha convertido en su representante en Madrid, desde donde publica libritos y panfletos en los cuales, tras citas de Mao Tse-tung y versiones de la historia del Carlismo que simplifican aún más las invenciones de José Carlos Clemente, puede leerse afirmaciones como las siguientes: "ETA era una organización Político-militar que despertaba una enorme simpatía no solo en el País Vasco, sino en toda España" (Javier Onrubia Rebuelta, La resistencia Carlista a la dictadura de Franco: los "Grupos de Acción Carlista" (G.A.C.). Magalia Ediciones, Madrid 2000). Entre los pocos militantes de aquella primera escisión que aún permanecen bajo las siglas de EKA, algunos fueron estrechos colaboradores de ETA. Mientras que los carlistas fueron objeto de asesinatos por parte de los etarras, sus casas y negocios sufrieron ataques con bomba; mientras muchos de ellos se vieron obligados a abandonar las Vascongadas y Navarra debido a la amenaza contra su familia. Este falso Partido Carlista/EKA fue en su día (12 de septiembre de 1998) firmante del llamado “Pacto de Estella”, promovido por Herri Batasuna y también firmado por la burguesía nacionalista del PNV y EA, enemigos históricos del Carlismo con los que históricamente siempre se ha terminado a tiros en medio de la protección que la policía liberal dispensaba a los mismos. Las bases de ese pacto son las mismas que ahora marca la banda criminal ETA: libertad para sus asesinos, anexión de Navarra, Treviño y zonas de los Reinos de Castilla y Aragón por Euskadi y separatismo. Más recientemente se han destacado por su apoyo a la candidatura etarra Iniciativa Internacionalista-La Solidaridad de los Pueblos. Asimismo el dirigente de EKA, Feliciano Vélez Medrano, ocupa la alcaldía del municipio navarro de Puente la Reina a través de una agrupación electoral, marca blanda de la constelación de Batasuna, gracias a los votos de ANV-ETA, uno de cuyos concejales es su hermano. Pese a que sus apellidos denotan que el aludido no es vasco Vélez se ha empeñado en su absurda campaña de imposición nacionalista, marcada por ANV.

Tras el relativo fracaso de su ocupación de Montejurra en 1976, los ekarras se han dedicado a perpetuar su versión rigurosamente falsa de los hechos gracias al apoyo de la izquierda y de los medios del sistema. En esta labor se ha destacado en los últimos años el Diario de Noticias de Navarra, secundado en ocasiones por el derechista y anticarlista Diario de Navarra.

Lo reducido del número de miembros de EKA se compensa con el apoyo ocasional de la extrema izquierda y también, como veremos, de la izquierda supuestamente moderada (el PSOE) e incluso de la derecha liberal y juancarlista. El falso Partido Carlista hizo campaña en favor del SÍ a la Constitución de 1978, consolidando así el régimen liberal y juancarlista. Después fue fundador de Izquierda Unida, partido fanáticamente abortista, laicista e internacionalista. Aunque también se ha dejado querer por la derecha separatista y normalmente acuden al Aberri Eguna, acto del partido racista PNV. Entre sus últimos disparates e intentos interesados de confusión destaca su presencia desde hace dos años en el acto anticastellanista de Villalar de los Comuneros, donde el partido Tierra Comunera junto a grupúsculos de extrema izquierda realizan un antihomenaje demencial a los Comuneros, mezclando el falso pendón de morado de Castilla con banderas tricolores republicanas y reivindicando una falsa Castilla que se extiende sobre los Reinos de León, Toledo y Murcia. Con este fin EKA desplaza a la villa castellana a gentes de Navarra y Vascongadas de avanzada edad. Hace seis años la Comunión Tradicionalista de Castilla emitió un comunicado (“En Villalar sobran todos los que van”) señalando la incongruencia de esa ridícula conmemoración. Su última delegación “castellana” de Valladolid se encuentra compuesta por un par de conocidos personajillos de la capital pucelana que al mismo tiempo son presidentes de toda una constelación de grupúsculos de extrema derecha así como de una asociación que reivindicaba la memoria del guerrillero liberal “El Empecinado”, cuyos restos mortales pretendían exhumar. También se les ha visto reclamando la imposición a los bables y al resto de asturianos de una falsa lengua de laboratorio que se pretende hacer pasar por asturiana parida en centros de la extrema izquierda de Oviedo. Paradójicamente ninguno de los dos militantes que tiene EKA en Asturias son oriundos del Principado. En su labor de lucha contra la identidad de los pueblos hispánicos han venido ondeando con tenacidad la bandera almohade que el masón Blas Infante inventó en el Ateneo liberal de Sevilla para Andalucía. Y han presentado a candidatos mahometanos en circunscripciones electorales andaluzas, ofendiendo de ese modo la fe católica del pueblo andaluz.

Dentro del mismo falso Partido Carlista los enfrentamientos internos están a la orden, principalmente entre los nostálgicos de Carlos Hugo y los que basándose en la traición del mismo pretenden desligar al Carlismo de cualquier sombra monárquica (antes renunciaron a Dios, a la Patria y a los Fueros). Ideológicamente son los mismos, pero les diferencia su adhesión a la figura del ex – príncipe traidor. Ciertos dirigentes de las falsas Juventudes Carlistas se han significado por ese empeño, pretendiendo incluso nombrar “presidentes” de su minúscula organización a los hijos de Carlos Hugo sin que estos hayan mostrado interés alguno. Hemos de hacer constar que esta obsesión con Carlos Hugo se mantiene después del reconocimiento por Carlos Hugo de la Dinastía liberal y de actuaciones más que dudosas de sus hijos en relación con los usurpadores. No es de extrañar estos súbitos cambios de criterio por el ex - príncipe, ya que anteriormente Carlos Hugo ofreció la jefatura delegada de la Comunión Tradicionalista a Blas Piñar, fundador de la revista Fuerza Nueva, e inició una política de aproximación al franquismo en los años 60 para lo que se valió de gentes recién llegadas al Carlismo después de retirar a dirigentes históricos. Algunos de esos recién llegados (ni por asomo todos) secundarían posteriormente la deriva socialista y anticarlista de Carlos Hugo. Pese a todo mantienen ilegítimamente algunas posesiones relacionadas con el Carlismo y la fachada de su nombre que les concede el sistema liberal. Así engañan a un reducido grupo de personas de buena fe que a pesar de no militar en dicho Partido suele asistir a alguna conmemoración. Pero entre los dirigentes del mal llamado Partido Carlista sólo se mantiene la denominación "carlista" para colaborar en la máxima aspiración del nacionalismo vasco, que es el desprestigio y la persecución del Carlismo, de la Comunión Tradicionalista, máximo obstáculo, en cuanto representa las verdaderas reivindicaciones históricas de Navarra, de Vizcaya, de Guipúzcoa, de Álava y del resto de España, para los criminales objetivos políticos del separatismo.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Comunicado de la delegación de la CT en Nueva España


A todos los mexicanos, españoles:

Como ya anunciaba S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón en su Mensaje del día de la Epifanía de este año, a partir del día de hoy, 16 de septiembre, las miradas de todo el mundo se concentrarán en el continente americano, en donde se inicia una serie de conmemoraciones conjuntas por los bicentenarios de lo que suele interpretarse como independencia respecto de España.

Con tristeza comenzaremos a ver que veintidós naciones hispanoamericanas festejarán una imaginaria lucha por los ideales de justicia, de libertad y democracia. No dejarán de sonar los nombres de Hidalgo, Morelos, Bolívar, San Martín, O'Higgins, de Sucre y muchos otros; y con poca sinceridad nos dirán sus gobiernos que buscarán hoy día lograr el sueño de esos mismos "libertadores" que, dicen, dieron su vida por ver un continente americano unido; y cualquiera en todas las calles del continente, podrá ver las banderas de franjas, a la manera de representaciones de tristes nacionalismos particularistas o de patriotismos constitucionales, ambos puramente disolventes.

La Delegación de la Comunión Tradicionalista de la Nueva España no podía permanecer callada y es su deseo manifestar su postura a este respecto.

Todos aquellos que tengan memoria recordarán que la revolución de independencia en México nunca fue un movimiento popular. Al contrario, el pueblo mexicano nunca dejó de vitorear al Rey Don Fernando, y durante las guerrillas revolucionarias el pueblo, indios, negros y mestizos se unieron con las tropas del Rey en el llamado Cuerpo de Indios Voluntarios de S.M.C. Fernando VII, o también en el llamado Cuerpo Patriótico Nacional de Soldados Voluntarios de Fernando VII formado por habitantes comunes, quienes ofrecieron al Rey sus personas, asegurando estar prontos a sostenerlo y derramar la última gota de sangre en su defensa.

Y es que tampoco el apaciguamiento hecho por don Agustín de Iturbide tenía como finalidad separarse de la vieja España, sino muy por el contrario, deseaba devolver al Rey legítimo sus posesiones: ese era el plan de Iguala.

No callaremos que el representante del Rey, don Juan de O'Donojú firmó la independencia de México contra la voluntad del Rey, y que ulteriormente fue la Regente usurpadora quien suscribió, contra la voluntad de su difunto marido, la verdadera consumación de la independencia; y fue esta misma María Cristina quien firmó un acuerdo secreto, hoy día público y que se encuentra vigente, en el que el gobierno de la república mexicana acepta, contra la aceptación de independencia, el deber de reprimir a todos los carlistas que estuvieren en suelo patrio, y a los que intentaran ingresar en México.

Hoy vivimos un México de contradicciones, donde las leyes regulan lo antinatural y donde el gobierno de la república ha demostrado su evidente falta de capacidad para armonizar a un pueblo que es profundamente católico, dejando, al igual que cuando convocaron a la revolución de independencia, que los mexicanos nos matemos entre nosotros; que hiere a nuestras familias con aprobaciones del aborto o del matrimonio entre homosexuales, o por las leyes que promueven la deseducación de nuestros niños; un país donde el laicismo corrompe hasta al más fuerte y donde ser aconfesional y liberal, entonces moderno, es moda del tiempo.

Vivimos en un México de contradicciones, pues aún existe ese pueblo que en Romería por la Virgen de Zapopan convoca a más de tres millones de mexicanos en un solo día; un pueblo donde se vive la Misa Tradicional en antiguas capillas; un pueblo donde hasta el más infame le tiene respeto y ama como Madre a la Guadalupana. Hoy vivimos un México de nuevos mártires, el de todos aquellos que resisten a la Revolución y que con heroicidad siguen formando familias y forjando en ellas el futuro de nuestra nación.

Por ello, desde México queremos manifestarnos todos aquellos que vivimos opuestos al tiempo a la usurpación y a la revolución, los que vivimos custodios de la legitimidad y de la tradición, los que defendemos la tesis del orden político católico.

Hoy más que nunca nos atrevemos a alzar la voz y junto con nuestro Abanderado y como él nos atrevemos a soñar, pues como él afirma: "Uno tiene derecho a soñar, el sueño es necesario para la libertad mental de las personas. Tengo mucha esperanza que España vuelva a lo que fue, que sepa acordarse de sus raíces, sus convicciones y dé su ejemplo y referencia internacional e imperial. Eso quisiera".

Hoy seguiremos soñando en ese México que vio Don Carlos VII, el primer Rey que visitó la Nueva España, puesto que queremos sentirnos orgullosos de lo que le llevó a afirmar que "Si no fuese español [peninsular] quisiera ser mejicano".

Si este bicentenario nos tiene que hacer recordar algo, es que nuestras comunes naciones sí tienen vocación de unidad, pero no en una masa amorfa y carente de destino trascendente, sino en una unidad católica, como lo que antes fueron nuestras Españas, y con una cabeza común.

Dios, Patria, Fueros y Rey legítimo

La Comunión Tradicionalista en la Nueva España
Miguel Navarro Castellanos, Delegado
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